Powered By Blogger

martes, 28 de abril de 2015

Manglar

Green anaconda.
Todo musicaliza su presencia.
Le falla la memoria,
y, por una cura,
grita como bruja sorda
ardiendo en la hoguera.

Caracol manzana.
¡Nenúfar gigante de cincuenta hojas!
Abres tu flor por la noche,
calentando el centro,
-calor estelar-
que invita a escarabajos rechonchos
a hacer la otra parte del trabajo
a bailar en pista verde
a compartir lodo con cangrejos.

Nutria caimán.
Observadora constante del pantano,
que alguna vez se tiró de una cascada, y,
sabia,
recuerda qué se siente estarse asfixiando:

Cientos de mandalas,
bombardeos, tigres, bengalas,
comezón en la noche profunda,
lluvia golpeándose a sí misma
con gotas cada vez más pesadas.

Antena del contorsionista caracol,
que se extiende sigilosa
para ver de cerca
lo que vislumbra de lejos.

Cangrejo violinista,
que alza la pinza:
bandera de sal.
Meneando al sur su cuerpecillo
hace retumbar al
árbol-loco: manglar
que ruge, fuerte, lento, lejos,
acariciando apenas a los arrecifes de coral.