Mi cuarto
se empapa
de humo
y olor a retorcido.
Microbios en el aire
y esas cosas
que no se nombran
porque nos volvemos gatos.
En la cocina no hay luz
ni en la vecindad
ni en la calle...
Pichoncito jóven
en la madrugada
calladito
calladito
mientras comienza
la orquesta
de los cansados.
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