Que bueno que no estás aquí para ver como me muero de frío,
que bueno que nunca he sido tan real, que bueno que no me estudias con cuidado,
que bueno que no sientes esta nausea que siento yo.
Creo que me amas inconstantemente en secreto.
Están cerradas las puertas, hoy más que nunca, porque nadie
toca en ningún momento para querer entrar.
Ella acomodaba cosas en los cuartos y ponía inciensos,
cantaba todo el tiempo. Ahora, este pasillo tan largo solo tiene cuadros en
blanco y negro.
¡Qué fría es la memoria! ¡Qué pocas personas recuerdo!
Y la mitad soy yo.
Eres un gran amante ¿sabes? Pero eres poco explorador.
Que bueno que no estas aquí porque te destrozaría, que bueno
que no eres un tema trivial cuando platico conmigo.
Creo que piensas que no estoy de acuerdo contigo, pero sí lo
estoy.
Estoy de acuerdo con que no quieras que abra tanta puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario