No sé cuanto tiempo ha pasado, pues cuando se viven placeres
tan intensos el tiempo desaparece como para poder medir. El riesgo de que mi
corazón se destroce en algún momento es inevitable, por eso no veo en mí el fin
ni las horas de esta noche. Muévete hacia mí. Aumenta la espera, la fuga, la
vida. Despliega las alas que te quieren ave en por mi viento mientras yo abro
la puerta con amor, donde cabe y entra el mundo entero.
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