Mi pelo tapa mi pecho, lo veo en la sombra.
Se vuelve innecesaria la ropa cuando uno está tan solo y sabe que
nadie lo vendrá a visitar. Se vuelve innecesaria la luz (cuando uno
conoce su casa a la perfección). Se vuelve innecesario tener horas
exactas para comer y se puede saltar el desayuno sin voces de
desapruebo. Se puede cumplir el sueño adolescente de tomar alcohol
en lunes y dormir todos los días tarde. Van cambiando los sueños,
va cambiando el adolescente.
Se puede preparar buen café o mal café, cualquiera de los dos será
bebido. Se puede fumar y fumar y fumar lo que sea. Se puede llorar.
Se puede destrozar el cerebro en dos minutos y volverlo a construir
en diez. Se puede reir. Se puede prender tres velas y cerrar los ojos
hasta que se acaben.
Se puede dar excusas increíbles porque nadie sabrá lo que en verdad
hiciste. Se puede salir a culquier hora, se puede llegar. Se vuelve
claro el espacio. Se abre la mente, se comparte con uno mismo. Se
deja de pedir ayuda porque se sabe que no llegará nadie pronto. Se
siente más importante la música. Se desprecia y se ama la
tecnología.
Le duele a uno, le duele a veces estar solo, pero se alegra, se
alegra uno de estar solo. Se puede volver loco.
Mi pelo tapa mi pecho, mi sombra me contó.
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