Powered By Blogger

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La foto


Encontré una foto en un libro de poemas. Rocío y yo. Escaleras del teatro José Rubén Romero, Morelia, Michoacán. Allá por el año de 1991. Calculo que transcurre la tarde porque aún hay sol, pero el edificio de cantera da ya un metro y medio de sombra.
La jacaranda florea, entonces, ¿principios de verano? ¿tendré yo 5 o 6 meses?
Su cabello corto y negro, una playera holgada y unos jeans claros. Aretillos amarillos.
Y yo entre sus brazos, recargando mi cachete derecho sobre su pecho. ¿Estoy dormida o el sol me hace cerrar los ojos? 
Me tiene tomada en sus manos con tanta delicadeza que parece que floto un poco. 
También yo poso mi mano sobre su ombligo apachurrado y mi pequeño trajecito azul se funde en la sombra que creamos juntas.

Ella baja la mirada hacia mí y se le forma en el cuello esa papadita traviesa que nos heredó la abuela.
Una sonrisa quitada de penas, de poses y de agruras; unas manos morenas, vivas y comprometidas con el sol y con los frutos.

Encontré esta foto y
la certeza
de que confío en mí
como maestra. 

¡Es este, es este el momento de la creación!
Y ya pasó…

Nadie se quedó más que una araña y un papel ensangrentado.

domingo, 25 de noviembre de 2012

La línea


La linea adquirió una rigidez poco admirable. Se veía delgada, sin ganas de jugar. Repentinamente muda me volteó a ver, y la llamé hipócrita y me llamó indisciplinada. Me dejó totalmente callada.
Pero de pronto surgió en mí un cosquilleo, como su hubiera abierto una puerta y solo hay una oscuridad reconfortante, sabrosa, dentro del cuarto. Una infinidad de cosas prohibidas e invisibles.
Recobré el gusto por la línea, recobré el gusto y fantaseé con ella, hice el amor con ella e intentó hacerme confesar.
¡Qué sabroso el jaloneo!
Que jugoso vértigo el mirarte en un espejo quebradito sintiendo ganas de penetrarlo todo y convertirte en reflejo.
Me fui, me fui, me fui con la línea; me fui y me zangoloteó y me depositó toda su confianza.
Hasta que te acostumbres, me dijo. Y en ese momento, sin responder nada, vi en el horizonte una gran montaña, tumbando edificios, destrozando casas, alzándose sublime-mente como un largo y gran aviso. Me arrodillé ante ella queriendo confesarlo todo. Extendí los brazos hiriéndome un poco el pecho.
Fui creyente, fui creyente de todo, hasta de las lagañas y de mis propias palabras; fui ferviente adoradora de las rocas, de lo oscuro y de todos los males terrestres.
Pero poco después caí agotada y entendí que aún no soy tan fuerte.
La línea solo rió y me dijo: Probablemente continuaremos, probablemente la próxima vez te alzarás tú sobre mí. 
Pobre línea soñadora que morirá esperando ahí...

Carta para usted


Comí en silencio. Usted tenía que estar ahí en el primer bocado. Lo esperaba, aunque supongo que usted debe estar bastante preocupado. ¡Pero los hombres aman estar preocupados, así que no me preocuparé más por usted!
Le cuento que comí en silencio, otras veces me parece insoportable comer así; y también  renové mi gusto por oír a los coros de la iglesia; le cuento porque usted debe entender muy bien eso de los ángeles y las voces.
Fui a la iglesia y vi un rostro, uno muy peculiar. Tenía el cuerpo bañado de tela guinda y una barbilla muy firme. Era un rostro adolescente o un rostro sin edad, ¿qué no es lo mismo?
Se parecía lo suficientemente a usted para que lo sujetara con mis brazos.
Por qué no cantas, le pregunté, y me tosió en la cara como respuesta.
Me enfadé, me enfadé mucho porque, en efecto, era como si usted me estuviera tosiendo en la cara. Sé que no tiene sentido porque era un chico que no era usted, pero así pensé en ese momento, me sentí atormentada.
Ese mismo día fue el que comí callada, abriendo solo lo necesario la boca, para que entrara ese asqueroso arroz. Ese día fue el que sentí que usted no me quería, pero esas ideas parecían nuevas, aún no las aprobaba una parte de mí y me quedé dudando…
Para eso le escribo, para preguntarle si me quiere usted y si quiere tomarse un tequila conmigo o escuchar a los niños cantar.

No se preocupe, no espero pronto su respuesta, solo me amenazó la curiosidad. Espero no irritarlo ni tampoco dejarlo tranquilo, espero que se quede pensando en sus cabellos y los míos, agrupados, anidados, enredados como el río. 

sábado, 10 de noviembre de 2012


Es muy interesante lo que sucede aquí,
pero extraño la selva.
Salgamos a beber el sol.
Salgamos a contaminar un poco más las calles.
Salgamos a patear piedras.
Ingenuas aves de rapiña.
Ingenua juventud toda la noche.
Me ahogo en el sudor que chorreamos.
Es muy interesante.
Torbellinos femeninos.
Tormenta varón.
El foco rojo marca precaución demasiado tarde.
Salgamos a violar a la muerte
para medir nuestra amplitud.
Que otros se queden en casa,
los lectores atentos,
que ellos se guarden
mientras nosotros nos apretamos el cuello.
No es necesario proponer
que nos sintamos reyes,
eso ya lo hacemos
y no es ningún secreto.

Extraño la selva,
Donde todos son changos y jaguares.
Donde las joyas son de madera.
Extraño la música de mis pies en la tierra.
La ingenuidad sabia
que se arrodilla frente a una tormenta lejana.

Los caminos se hacen estrechos
para señalar por dónde.

Salgamos a patear piedras
mientras buscamos
cómo volver a la selva. 

Acumulaciones


Acumulo gritos
deseos de complicidad
Con más frecuencia
siento que la guerra se acerca

Mi pecho se siente herido
y de vez en cuando
denso
denso
denso

El diablo le ordena que me ame
y el dios brillante le advierte
que no soy divina

Acumulo gritos
acumulo horror en los senos
en las manos que quieren ahorcar algo

Acumulo secretos ardientes
acumulo fiebres y remordimientos
vértigos lamentables
dolor

Entre ciudades con niebla
entre marineros y joyas
entre tumbas y plazas públicas
se acumula en mí
una cascada infinita…

viernes, 9 de noviembre de 2012

Nausea


Que bueno que no estás aquí para ver como me muero de frío, que bueno que nunca he sido tan real, que bueno que no me estudias con cuidado, que bueno que no sientes esta nausea que siento yo.
Creo que me amas inconstantemente en secreto.

Están cerradas las puertas, hoy más que nunca, porque nadie toca en ningún momento para querer entrar.

Ella acomodaba cosas en los cuartos y ponía inciensos, cantaba todo el tiempo. Ahora, este pasillo tan largo solo tiene cuadros en blanco y negro. 

¡Qué fría es la memoria! ¡Qué pocas personas recuerdo!
Y la mitad soy yo.

Eres un gran amante ¿sabes? Pero eres poco explorador.
Que bueno que no estas aquí porque te destrozaría, que bueno que no eres un tema trivial cuando platico conmigo.

Creo que piensas que no estoy de acuerdo contigo, pero sí lo estoy.
Estoy de acuerdo con que no quieras que abra tanta puerta. 

martes, 30 de octubre de 2012

Cosas transparentes


Pensé que con los años ese sentimiento pasaría. Me sigo sintiendo como un viejo viajero, con los ojos cansados y un vaso vacío en la mano. Sigo sintiendo que si no te alejas un poco, te clavaré el bastón y la sombra.
“Ten cuidado, mujer, que tengo sed.”
Por minutos me siento joven de nuevo y bailo un poco y me pongo un sombrero grande; pero me veo al espejo y la comodidad fría me traga.
“Ten cuidado, mujer, que tu boca puede destrozar al mundo y el mundo no necesita eso”.

Después con una danza moribunda, me acuesto en el jardín a contemplar el cielo, que se parece a tus manos que dibujan pequeñas nubecillas en mi pecho.
Ahora mi corazón está en el umbral y camina sonámbulo.
“Ten cuidado, mujer, peso toneladas de cosas transparentes y no sé como despertar.”
Pero yo se inundar papeles vacíos y abrazar a los genios. A veces las cosquillas vagan más lejos y me cambio el disfraz.
“Ten cuidado, amor mío, también me suelo perder.”

Quisiera poder besarte.
Evitar el juego, rendirme y suspirar.

“Mientras tú, muchacha desnuda, hurgas entre lo que pensé que era mío, y yo, hombre momia, te busco en ese mismo bonche de ropas; en silencio los años pasan y se burlan de nosotros al otro lado del río.”

“Ten cuidado, mujer, cuando el mundo nos conceda la música.”
“Ten cuidado, mujer, cuando los colores del bosque se vuelvan nítidos.”

Cuando duela lo que escupes de tu boca, tú ten cuidado, amor mío. 

Sirena


Sus manos, vírgenes pero vigorosas, me desvistieron rápido. Chillé recordando la última vez.
“¿Será como la última vez?”.
”No. Será diferente.”
Lo ayudé a quitarme las medias.  Ambos nos asustamos: mis piernas estaban pegadas, como de sirena.  Expandí las pupilas para afrontar lo peor: no era un sueño.
“Quisiera susurrar a tu oído todo lo que te aguarda.”
Sacó unas grandes tijeras. Brillaban como el fuego bajo la luz roja de la lámpara.
Las afiló ligeramente.
Comenzó cortando la punta del dedo gordo de mis pies. Me sentí como una oveja siendo sacrificada, pero me dieron cosquillas y olía a mar.
Me besaba al mismo tiempo. No paraba de besar mis piernas mientras las cortaba. En sus ojos no había ninguna señal de maldad y tarareaba una melodía caramelosa. Se me arqueó la espalda y volteó a verme, fascinado.
“No deberías mirar esto.”
Mis piernas dejaron de sangrar y se regeneraron cual lagartijas. Traté de que no me encantara esa sensación, traté de pensar en chacales o en guerras, traté de huir de tanta maravilla. Pero, ¿cómo huyes cuando estás atrapado en una telaraña de curiosidad?  
“Mírame.”
Lo vi por entre mis piernas, totalmente abiertas; levantó el rostro para que supiera: sus párpados estaban pegados como los de un feto.
Tomé cuidadosamente de su mano las tijeras…
"¿Por qué te fías de mí?".
"Pienso que es una aventura".

Polvo


Qué extraño es (no) saber tanto. Pero aún estamos en octubre aunque (no) se sienten las hojas quebrándose bajo mi espalda. Mal momento para que (no) estés a mi lado. Mal momento para quedarte doblado en la sombra.
Me siento como un cachorro perdido en un bosque sin hojas de otoño. La memoria (no) respira. Yo estoy fuera, agitándome, explicándote demasiado tarde que mi pesadilla es desgarrarme en este público que (no) juzga.

Qué extraño es creer que (no) sé mucho de mí. Pero siento los pies helados y las axilas calientes. Abajo parece todo más tranquilo. Aún así, tú y yo estamos arriba en bicicletas distintas. Mal momento para pedir atenciones. Momento peligroso donde el polvo rojizo de tu barba (no) raspa mi frente. 

sábado, 20 de octubre de 2012

Durazno


Tengo comida en el refrigerador (o no)
qué importan mis calcetines
si estoy viva
que importa la dirección
si estoy viva
tengo cebolla y jitomate (o no)
que importa si los huevos ya bajaron de precio
si estoy viva
y esos pollos ya no nacieron
que importa si la serpiente se traga a la cabra
si los duraznos se comen solos
estoy viva (o no)
y las lombrices también
y yo y ellas
y ellas y yo
al mismo tiempo
nos deboramos
el único durazno. 

jueves, 18 de octubre de 2012



Tal vez para eso servimos
y ya
para juntar nuestros labios
para prender una breve chimenea

Tal vez para eso vivimos
para esperar el invierno
y para que el día se cubra de oscuridad
mientras reflejamos nuestros rostros
en un gran lago
iluminado por la luna

martes, 2 de octubre de 2012



Sorpresas y pequeños saltos. La luna que llega con hambre de octubre. No llueve. Como si los zopilotes se hubieran tragado las nubes.
Me asustan estos pensamientos grotescos de cabalgar en tu espejo, de descender el pantano, de convertir mi mano en león y arrancarte las horas. Me arrastro y me trastorno, como un gato en la noche que se hunde. Me arrastro y me transformo, como un fuego que arde en el bosque. 

La fiesta empieza en la piedra roja
y yo me encuentro lejos
a salvo
aullando como un árbol

La fiesta empieza lejos
y en mí
el sueño se cocina como un sapo al sol.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Blues


ni los grillos
ni la lluvia
ni el polvo

ni la piedra
ni el frío
ni el poeta

solo el blues y los fantasmas
pasando por mi estómago
agrietándome las medias

ni los patos
ni la calle
ni el asombro

ni los cometas
ni la ternura
ni la tierra 

solo el blues y las memorias
descendiendo la escalera
transformando cualquier cosa
aceptando tanta espera

ni la joven
ni los nervios

ni lo blanco
ni lo negro

solo el blues
que nombra espuma
solo el blues
que es mi remedio






sábado, 29 de septiembre de 2012

Remedios terrenales


Son remedios terrenales los que yo necesito, son puntillas más filosas, son experimentos con los ojos, son ruedas y distancia, son cortinas transparentes, son guantes de terciopelo y poder pagarle al sol, son inviernos y tocar la nieve, son orejas recién horneadas, son pulmones sin humo, son puñados de cosas picantes y atrevidas, son lentes y oscuridad, son palabras, son polvos y especias, son adornos de la selva, son danzas y teatro, es el arrullo de los pájaros, es continuar como serpiente dejando una suave y constante marca en las arenas del desierto.
¿Para qué otra cosa los dioses me enviarían la juventud, si no es para intentar conseguir pagarle al sol y tocar la nieve, o descubrir palabras y danzar en la distancia?  
Remedios terrenales que se van remediando cada día…

Tentáculos


Se tentó los hombros, como si tuviera tentáculos. Se tentó los hombros pensando en ella, por lo tanto, en él.
Se quitó unas vendas que ya no necesitaba y su piel sintió la exhalación de la tierra, por lo tanto, la de él.
¡Qué armonía su piel! Es decir, qué armonía los cuerpos, qué armonía pensar en que sus dedos bien podrían ser los de él, y por lo tanto, lo son.
Se tentó después la cara, como descubriéndola de nuevo e inhaló la dulce peste de toda la ternura del mundo, por lo tanto, lo inhaló a él. 
Toda la noche, como si tuviera tentáculos y nariz de lobo, alcanzó a cubrir el mundo, es decir, lo alcanzó a él. 

Ciudad espiral


Hoy vi pasar un hombre vestido de vagabundo. A pesar de su pie derecho vendado, con una bolsa sujetada por nudos, cojeaba poco. El hueco sin pelo en su cabeza me dijo que alguna vez se hizo mucho daño y mil historias surgieron en mi mente.
Se agachaba cuando veía una colilla de cigarro, verificaba si aún tenía tabaco para fumar, pero en ese tramo, no tuvo suerte.
Pensé que tal vez algún día yo podría estar en la misma situación. Los giros que da la vida siguen formando un espiral.
Pasó al lado de mí, de mi cigarro prendido y se le quedó viendo, tranquila pero tristemente. Pensé en darle mi cajetilla o un par de cigarros al menos, pero mi mano no entró en mi bolsa, se quedó paralizada, hipnotizada, fumigada por no sé que demonios.
Un fuerte viento me azotó el cabello en la cara y estuve ciega unos segundos.
Al volver mi vista, el hombre vestido de vagabundo ya estaba del otro lado de la calle, lleno del sucio polvo de esta cruel ciudad.
Mi camión llegó soltando chirridos y humo negro y, como un pequeño y torpe robot, me subí en él.
Llegué a mi techo cálido, a mi cocina de mangos y guayabas, pero igual que aquel hombre, llena del sucio polvo de esta ciudad espiral. 

jueves, 27 de septiembre de 2012

Acampo para ver llegar



Vengo acampando
y me mantengo fiel a lo que no sé
mis labios me hablan del frío
como una guerrillera durmiente
acampo para ver llegar
pero lo único que he visto es el rocío
que cae con el tiempo
como todo lo vivo

Vengo acampando desde hace días
y me mantengo fiel a lo que canto
lavando mi ropa en el río
como si existiera dios
acampo para rezar a primera hora
pero rezo sin emitir sonido
rezo en silencio
como todo lo vivo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Valiente


Mi piel está tersa,
mis dedos, fríos
Me pusiste una canción
que me lame las orejas
Mis ojos, calientes
mis labios, húmedos
Mi nariz se siente valiente,
¡se dejaría tocar!
Me sonrojo porque lloro,
prefiero apagar la luz
Mi piel está tersa
¿Y tus dientes?
Tus dientes se dibujan
como las teclas de un piano,
como si pudieran volar
Me aprieto el cuello:
mis dedos fríos         
mi nariz valiente,
Deberías llegar.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Lagartos heridos.


Inmenso toqueteo
de dos lagartos heridos

Se cubren primero
con sus colas
con lo que pueden

Se ven a la distancia
Cambian un poco su color

Igual de temibles son ambos
igual de espantosamente sabios

Pasan tres horas, tres días, tres años

Se juntan
se pegan
Y esperan
a que el otro
de la primer mordida.  

Cuando uno está solo


Mi pelo tapa mi pecho, lo veo en la sombra.

Se vuelve innecesaria la ropa cuando uno está tan solo y sabe que nadie lo vendrá a visitar. Se vuelve innecesaria la luz (cuando uno conoce su casa a la perfección). Se vuelve innecesario tener horas exactas para comer y se puede saltar el desayuno sin voces de desapruebo. Se puede cumplir el sueño adolescente de tomar alcohol en lunes y dormir todos los días tarde. Van cambiando los sueños, va cambiando el adolescente.
Se puede preparar buen café o mal café, cualquiera de los dos será bebido. Se puede fumar y fumar y fumar lo que sea. Se puede llorar. Se puede destrozar el cerebro en dos minutos y volverlo a construir en diez. Se puede reir. Se puede prender tres velas y cerrar los ojos hasta que se acaben.
Se puede dar excusas increíbles porque nadie sabrá lo que en verdad hiciste. Se puede salir a culquier hora, se puede llegar. Se vuelve claro el espacio. Se abre la mente, se comparte con uno mismo. Se deja de pedir ayuda porque se sabe que no llegará nadie pronto. Se siente más importante la música. Se desprecia y se ama la tecnología.
Le duele a uno, le duele a veces estar solo, pero se alegra, se alegra uno de estar solo. Se puede volver loco.

Mi pelo tapa mi pecho, mi sombra me contó.  

Que bonita
se siente
se ríe
se rinde
burbujea
Me guía
pero soy yo
Me traba
pero soy yo
Se carcajea
me acorrala
me burbujea
pero soy yo.

jueves, 6 de septiembre de 2012

La abuela.


Le piden que recoja a su abuela del trabajo. Su abuela aún trabaja en un hospital que está casi en el centro de la ciudad, un hospital del gobierno que está en paro por falta de pagos. La abuela le cuenta eso en el camino, le explica, como si ella siguiera teniendo seis años, que el último gobernador del estado robó mucho dinero, que, para que le hicieran un préstamo grande antes de irse, hizo que todos los trabajadores del sindicato se cambiaran de banco, hizo que firmaran muchos papeles sin explicar de qué se trataba, pero que al final un ejecutivo del hospital impidió que sucediera ese espantoso acto. Platican un poco sobre las huelgas, los hospitales y las escuelas.
Le pide la abuela a la nieta que le cuente cómo está. Ella responde positivamente pero no puede dejar de pensar en el aspecto de la abuela. Su abuela nació con un ojo disparatado, un ojo loco, un ojo que como buen rebelde, se dirige a la dirección no establecida. Y, extrañamente, a diferencia de cualquier otra persona visca, el ojo loco de su abuela le da un aspecto confiable, amigable, hasta tierno. Su abuela se alegra de que ella está bien, de que su padre y sus hermanas están bien, se alegra, más que nada, de que hay sinceridad en las palabras de la nieta.
Se ven seguido, pero parece que no platicaban hace tiempo.
Su abuela le abre el portón mientras ella alinea el carro para meterlo a la cochera, cruza como un venado indefenso pero feliz que se queda unos minutos observando la luz de los faros y pone una mano delante, como si la nieta fuera capaz de no verla o de querer atropellarla.
La nieta, sintiendo caliente el corazón, sonríe. Mete el carro y cierran juntas el portón.
Antes de entrar a la casa, las dos se agradecen todo, bajo la luz nocturna, con una mirada loca, una mirada de amor.  

sábado, 1 de septiembre de 2012


Solo ten cuidado
y tómame de la mano
aunque nos suden...
aunque se entuman...
aunque a veces me 
quieras matar...

El cuidado debe estar
en no olvidar
que nos pertenecemos
y que a nadie quiero igual.  



viernes, 31 de agosto de 2012


Que el orgullo
se lo traguen mis huesos
que se haga blanco
todo mi orgullo
que se haga blanco
todo lo que escribo
que se haga blanco
todo lo que espero
que se haga blanco
que todo lo que extraño
se lo traguen mis huesos.

lunes, 27 de agosto de 2012


Me gustaría colar al mundo,
exprimirle todo aquello
que lo está matando,
y a mí,
de paso.  

domingo, 26 de agosto de 2012

Me atrapó la noche
con su luz amarga
y fui como sonámbula
al río de ideas dormidas.




Todo
           todo
                     todo
                                 significa
 más 
                                                      que
             lo posible.

Y esas cosas que susurras

¿vienen del alma?

Si la respuesta es no

hundámonos en el polvo

y el silencio.  

lunes, 20 de agosto de 2012

Frag.


¿Qué uniones son posibles?
¿Qué uniones son verdaderamente posibles?
Uniones intermoleculares

Luz en demasía
luz en bolas de cristal
luz que estorba
luz que ciega la oscuridad

¡Ah, las noches!
Me sientan mágicamente mal cuando hay tanta luz.
Aún así, la dejo vivir.

Uniones posibles
como un hombre y una guitarra.

Se me arquearon los ojos cuando lo vi llegar.

Las superficies se vuelven más filosas
cuando apago la luz
Todo se vuelve más filoso
cuando apago la luz

Resulta imprescindible aclarar que el caos posee nuestro amor 
y que hay terrenos en los que no podemos entrar.

Uniones posibles como el caos y el amor.
Las uniones posibles son incomprensibles
lo que une mi vida
no lo entiendo
aún.

domingo, 19 de agosto de 2012

Ahora
que todos están muriendo
y tú y yo
nos mecemos lento,
no queda más
que observarnos.

martes, 14 de agosto de 2012


Mi cuerpo palpita cien veces tu nombre
Mis pezones se endurecen por el humo y lo negro
pero danzan al ligero compás
arrítmico
de tu delicado corazón.

se siente calientito el poema
cuando estoy contigo
se sienten como alas de pájaro poderoso
de águila blanca
se siente el poema
como yo me siento
como una mujer fértil y capaz
con los ojos cerrados
en el verano todavía
se siente a tu lado
el poema bailarín
que me rebota en las manos
como un súbito despertar
como un recuerdo de aventuras
como un beber el viento
como un siempre querer estar

lunes, 13 de agosto de 2012

El diablo y el mar


Pide una mezcla viviente de café y licor y bebe el infierno, bebe varias veces el infierno para deformar sus diferentes rostros, para llamar al diablo y platicar con  él sin preocupaciones.
El diablo le dice: “Conquista el mar, mujer.”
Y ella sufre pero lo conquista, y ella sangra, pero lo conquista.
Bebe otra vez y aparece el diablo.
“Traiciona a tu amor, mujer.”
Y ella grita pero lo traiciona, y ella duda, pero lo traiciona.
Finalmente, débil y huesuda, con el mar conquistado y el amor traicionado,
la mujer vuelve al infierno y el diablo sonriente, le dice:
“Ya no tienes un amor, pero tienes al mar. Ahora, aprende a amar solo al mar, mujer.”
Y ella se ahoga en él, pero lo aprende a amar.

domingo, 12 de agosto de 2012


Me cuesta aceptar que no he dejado de vivir en la selva y que nunca fui un ser ágil. Deseché las diferencias y me tragué las similitudes. En la casa hay un gato que se sube a la escalera. ¿Cuál escalera? No hay ninguna escalera y tampoco hay un gato.  Me desayuno sola, aquí y allá. Es lo mismo. Me desayuno sola. Ninguna ciudad actual me parece lo suficientemente apestosa. 

Me salen pelos largos en el cuello, como de bigote de morsa. ¿me salen a mi? No, le salen a alguien más. Pero es lo mismo. No hay diferencia entre cuerpos. Mi cuerpo se lo regalo, mi cuerpo es suyo, todo es suyo.
Solo hablo de lo que sé. ¿para qué intentar hablar de algo más?
 Hablo de mis dudas, del dolor en mi espalda baja, de mis pensamientos bruscos, de mis mentiras, de lo triste que me siento a veces por las mañanas. No hable usted de lo que no tiene. No hable menos de lo que no tengo. Sé que es lo que tengo. Tengo todo. 

En mí es de día nublado y prometedor. Me rasco y abro las persianas. Casi no entra luz. Me refiero a aquí, más adentro, por el pecho. Huele a selva, selva salvaje cuando llueve. ¿Traje semillas para sembrar? Traje algunas, pero la tierra no está lista todavía. Tonterías.
Me enseñaron que a pesar de que la tierra no parezca fértil hay que dejar semillas por todos lados. Las semillas se dejan sin preguntarle a nadie. 
Voy y vengo. Hubiera preferido un gato negro y a ratos nada. 

No tiene que llorar ni que hacerse el dormido. Coloque su cabeza aquí, en mi falda y cuénteme qué pasa. Tengo tiempo ahora para usted. 
Nadie me oye. Nadie me ve humillada, pero lo digo en voz alta. Digo "he sido humillada y nadie me oye pero lo digo en voz alta". Me creen repetitiva y loca. ¿Quién? Si no hay alguien aquí.
Me consuelo y me pinto. Me arreglo bonita y sonrío para mí. No importa, no importa estar tan sola si te tengo a ti. 

Lo invito a permanecer a mi lado. Lo invito a la incertidumbre, a la lejanía. Lo invito a cuidar mi flanco derecho y divertirnos sin cuchillos en la mano. Soñé que decía que sí. Es decir, soñé que felizmente aceptaba tanta invitación. Es como hacer la lluvia y los ríos. Es como un respirar. 

Llena de palmeras en el pecho, me siento.
En un banco de arena, me siento. 

¿Espera tanto de mi? No lo haga. Porque nada pretendo. Hombre-lagarto, escuche bien. Nada pretendo más que desvestir mis entrañas y poder crecer. 

martes, 24 de julio de 2012

Narciso negro.


Ella habló: Estúpido, estúpido, estúpido. ¿Tú crees que no me he dado cuenta?
El no dijo nada.
Ella habló: ¡Me ves todo el tiempo como imbécil, quedándote callado, tambaleándote y parado como un pedazo de estiércol!
El no dijo nada.
Ella habló: ¡Y nunca contestas a nada de lo que te digo! ¡Parece que estás sordo! ¡Y te quiero abrazar y te pones rígido y te escondes!
El no dijo nada.
Ella gritó: ¡Tus malditas manos que no me tocan! Y me pongo enfrente de ti, desnuda, para ver si así se te antoja… ¡Maldito descarado!
El no gritó nada.
Ella habló: ¿Para qué te tengo entonces, si no puedo hablar contigo? ¿Para qué te despierto todas las mañanas y te hago el desayuno si no me haces el amor? ¿Para qué chingados te traje a mi casa a vivir conmigo?
El no dijo nada.
Ella dijo: Contéstame… ¡Ves! ¡No hablas! ¡Y cuando se te pega la gana y hablas, nada más empiezas a cantar con tu voz de caballo, y a decir palabrerías!
El no habló.
Ella se tiró al suelo.
Habló asustada: ¿Ya te fuiste?
El no dijo nada.
Ella suspiró: Ya vi tu cabeza. No te has ido. –Ella aliviada- Me alegra…discúlpame, he sido muy exagerada…No te vayas.

El espejo siguió sin decir nada.

jueves, 19 de julio de 2012

Bicós i love you


Me caí sentada
y i love you
tropecé con carcoles en tu jardín
me picaron abejas del panal de tu techo
y i love you
me mientes tanto
y i love you
me dices poco
y i love you
no matter what te quiero.
no matter mis viajes
no matter tus males
no matter el cielo
no importa que estemos locos
no importa que he de partir
bicós i love you

COCO

Se han topado queriendo agarrarlo todo
agarrando vientos
agarrando lodo
desgarrando lento
permitiendo todo

Se han pensado abrazando a un loco
abrazando mucho
abrazando poco
desgarrando, siento
permitiendo, toco

Se han sentido coloreando un moco
coloreando blue
coloreando rojo
desgarrando el sueño
y comiendo coco.

Quisiera ser navaja parlante
para cortarte la barba y los oidos
al mismo instante
instante furioso
lleno de rabia
instante que pesa
como un pez gigante

martes, 17 de julio de 2012

Otoñal


No te encuentro y tengo sueño. Aún ahí te seguiré buscando, aún en los sueños de otros o de pinturas abstractas. Te seguiré buscando porque quiero ver el fondo del río, y quiero ver si se nadar. No importa si soy yo la que sueña o la que es soñada, me siento luminosa y un poco otoñal.

Me obligo yo sola a este proceso de caminos tenebrosos con variantes agridulces y picantes. Voy hablando conmigo misma para ver si sigo viva, para ver si todavía se puede y para saber cuando ya no.
Siempre presente, la opción de prenderle fuego a esta casa y así, si esto es un sueño, ardemos los dos. 

Río rojo.


Un arrebato de desesperación, de soledad, de demasiada calma, la hizo tomar un cuchillo y empezar a despellejarse las mejillas y la frente. Se colocó en la parte más alta del cuarto.
 -Un trapo arrastrado por un viento denso. Parecía. Aparecía. Desaparecía.-
Ni en la cama ni en la silla, sino en el librero, se colocó en cuclillas.
La sangre le escurría como llanto o como lluvia, y sus manos llenas de angustia se frotaban el rostro con firmeza, con furia, con fuego.
Nadie llegaría a ese lugar nunca más, era un hecho. Nadie tocaría esa sangre ni vería la cascada oscura y hermosa que corría por los libros.
-Los recovecos le daban forma al río rojo.-
Tanto color y ella tan gris por dentro. Tanto amor y ella odiándolo todo. Y odiaba sus ropas y se las quitó; y odiaba su pelo y se lo arrancó; odiaba su boca y se la cosió, pero más que nada, odiaba su culpa… y se perdonó.

jueves, 5 de julio de 2012

Hierba y jazmín


Se acostó con los demás en el pasto verde y recién cortado del jardín de su escuela, en un punto cómodo y alcochonado del círculo.
Atenta, escuchó lo que todos tenían que decir. Les comentó alegremente su opinión hacia ese tema frustrante y desdichado para los otros. Se asombraron y después sus rostros se unieron a las sonrisas. Comenzaron todos a reír. Ella veía como el sol los aplastaba suavemente, casi como una caricia que le llegó también con el viento. El olor a hierba y jazmín se le metía por los codos, su respiración era tranquila y profunda, sentía sus palpitaciones por todo el cuerpo y no había señales de lluvia. El perro vagabundo se acercó a su lado e imitó su posición de rana voca arriba. Las nubes se veían realmente blancas y el cielo era el fondo perfecto para las copas de los árboles. Se quedaron callados todos por un segundo, apreciendo en silencio lo mismo que ella.
Se quiso quedar ahí para siempre y le dijo al mundo: <<En este momento soy verdaderamente feliz>>.

Reíos si queréis


Yo elijo que camino tomar para llegar a casa.
Elijo si lavarme los dientes o no.
Elijo si me aguanto la pipí hasta mi baño.
O elijo si arranco una flor.

Yo elijo si voy por la calle sonriendo o cerrando los ojos.
Elijo esperar para comer mejor.
Elijo si me tomo un té o una pastilla.
Y te elijo a ti, mi amor.

jueves, 28 de junio de 2012

Gota.


Yo no entiendo por qué la lluvia no se queda allá arriba, en sus camas de nubes, o por qué no cae solo en los mares y ríos limpios, o en cubetas vacías. En vez de eso, las gotas se suicidan de una manera terrible, absurda, estúpida: se azotan contra el asfalto, contra los carros o los techos picudos, se destrozan y se pierden para siempre. Sí, ya sé que dirán, el agua eventualmente se evapora, sube de nuevo al cielo en forma de gas y todo es un ciclo, bla bla bla…, a todos les enseñaron eso en la primaria, pero ¿eso les hace poder afirmar que es verdad? Yo no estaría tan segura y si es que vuelve a subir, ya no es la misma.
Creo que las gotas que deciden bajar velozmente en la ciudad, son estúpidas. Tal vez puedo entender cuando vienen en grupo, como un ejército de soldados que vienen con el propósito de masacrar hormigas o bichitos pequeños (tal vez esa guerra les divierte mucho); me refiero más a las que caen solas, a esas imbéciles que se avientan cuando todavía las otras duermen , malditas atrabancadas miserables, quieren ser siempre las primeras, las heroínas, las que abren el paso a las demás, las anunciadoras de lluvia, pero no se dan cuenta de que fácilmente las pueden confundir con un gargajo o con pipí de algún pajarillo que pasaba sobre la cabeza de alguien. Me molesta mucho su arrogancia. Otras que no me agradan y me dan lástima, son esa babosas que creen calcular a la perfección el lugar donde van a caer, visualizan un blanco perfecto (dependiendo su gusto y su objetivo), se lanzan y justo antes de caer pasa un carro, o un perro, o una bicicleta o el viento las empuja a otro destino muy diferente y nunca llegaron a donde querían. En cambio, me parecen maravillosas las gotas que no se preocupan, las gotas libres que se tiran solas o con otras, que prefieren el campo o la selva, pero si les toca caer en la ciudad no se lamentan, que bajan danzando lentamente y disfrutan la caída. Sí sí, yo las sé distinguir muy bien; casi siempre son las gotas de agua más vieja las que caen así, despacio, sin ningún anhelo más que viajar y bailar…
Yo me considero una gota observadora, no tengo planes de bajar a la tierra en ningún momento, he pasado en esta nube más de 2 años, he viajado con vista de primera clase desde Londres hasta la Sierra Lacandona, pasando por lugares tan sublimes que nadie lo entendería. La cuestión aquí es que ya me están corriendo de este hotel de mil estrellas, de esta cama de algodón, de este patio de ángeles, y no me quiero ir. Me rehúso a irme, aún sabiendo que soy la última y que me llamen cobarde. ¡Cobardes ellas que se suicidan a la menor oportunidad! Yo no quiero morir, no quiero mezclarme con el agua salada y la pipí de pez, con los ríos llenos de basura o acabar en el escusado de alguien; menos aún en la cabeza sudada de algún futbolista, ni quiero ser cruel cayendo en la ropa tendida y seca de alguna pobre persona. Sin embargo se que no tengo mucho tiempo. “A todas les toca”, me dijo el otro día mi nube, “y si no te avientas te voy a empujar”. Nunca pensé en un destino especial en el cual fundirme, mucho menos al ver en los desgraciados puntos en donde han muerto las demás.

Mi nube se sacude cada vez más fuerte, se golpea con otras para que me asuste y salte. Es difícil aferrarse a algo tan suave y transparente, es triste sentirme empujada por un lugar querido, por una amiga que ya no me pretende cerca. Es difícil aceptar que no falta nada, que me va a tocar...

Siento el tiempo.
Siento y tiemblo.
Todas tiemblan.
Todas van cayendo.
“No te aferres”
Me despido, agradezco y caigo lento.
.
.
.
.
Caigo y danzo.
.
.
.
No voy corriendo.
.
.
.
Soy un pájaro por un momento.
.
.
.
Grito y río y se va el miedo.
.
.
.
Mi destino es el misterio.
.
.
.

jueves, 14 de junio de 2012

Algunas veces...


Algunas veces es más fácil despertarse y enamorarse del día y sus colores. No sé bien por qué. Otras veces uno despierta con las dificultades que el universo carga sobre el cuerpo del día anterior. Tampoco sé por qué. Unos días ocurren cosas maravillosas que uno espera no olvidar nunca, se lo propone y se le olvidan al poco tiempo. A veces uno despierta y no sabe ni quién es, ni en dónde está, ni si sus piernas son las suyas y sus rodillas aguantarán el primer salto. Ocurre de vez en cuando que lo primero que se ve al abrir los ojos es al amado o amada aunque no esté ahí y puede que eso inyecte malestar por la falta o alegría por la presencia… Eso ya es de cada quién.

Melones


Cuando estábamos en el supermercado y yo narraba lo que pasaba en el momento como si ya hubiera pasado antes, como si ya desde ese momento fuera un recuerdo, me entraron unas ganas tremendas de hacerla sufrir. No recuerdo bien (porque todo fue un sueño desagradable) si eran melones o alguna otra fruta redonda la que yo partí con un cuchillo que apareció en mi mano y ella se puso a llorar a consecuencia de ese acto tan sencillo. Llantos intercalados con carcajadas, una cosa nueva, impresionante, rarísima. Yo no me asusté, seguía narrando en mi cabeza lo que anotaría después. Era un experimento tenebroso. Conocer esa parte de ella, que nunca en la vida real conocí, me despertó. Seguro les ha pasado que se asustan de sí mismos al despertar, no durante el sueño, porque hicieron algo maligrno que salió desde sus entrañas, pues, ni eso me pasó a mí. Desperté tranquila y me sentí poderosa, como la bruja malvada de un cuento que acabó hace mucho tiempo.

lunes, 4 de junio de 2012

Gracias, Desgracias

Entre desgracias y flores
el sol bien fuerte sobre mi nariz
y los brazos cargados de bolsas con chatarra
El sudor se mezcla con la sangre
y las calles limpias con uno que otro carro

Para ordenarme necesito destruir cosas
o ¿se puede crear sin destruir lo establecido?

Comúnmente caigo en mis propias bromas y trampas
Y que el positivismo y la globalización
y la memoria
y que los nombres y los hombres
y las utopías
y que los lentes de sol y el cáncer de pulmón
La ciudad para usar múltiples máscaras
y la ansiedad en los sentidos
¿para qué?

Soy espiral, somos espiral, la historia es espiral...
Energía imparable
energía, aquí, en el instante.

jueves, 24 de mayo de 2012

Días y noches


Días que pasan como viento enojado
Días fértiles de letras y sonidos nuevos
Días de almuerzos forzados
Noches que pasan esperando a un ciego

Esperando té de frutas secas
Noches de insomnio y miedo
De libélulas imaginarias
Y mañanas que peso y que enredo

Trayectos infinitos hacia ningún lado
Y llegar a casa y ver el caos que invento
Y los días pasan como viento con lluvia
Y me arrancan las pocas horas que no alimento

Tiempo de disciplinas nuevas
Tiempo de agonías
Días y noches y noches y días
Como un emparedado sin algo en medio
Como un viejo vagando sin sentido.
Días y noches, noches y vino
Noches sin fotos, sin sexo y sin río.

miércoles, 16 de mayo de 2012


Juré no abrir los ojos como para tenerte todavía y convertir todo en invierno, congelarnos. Pero mi memoria es bruta, suelo recordar lo que no quiero y viceversa. La hora de rendir cuentas apareció dentro de lo negro y lo rojo y me volví loca. Loca, loca. Escuché el lugar que me dijiste que no existía y corrí despavorida al bosque más cercano. Nunca había pasado que los árboles no me calmaran, pero pasó ésta vez. Detesté todo lo vivo y quise arrancarme la ropa para volverme un edificio o puro metal, tal vez. Tal vez así ni tú me desees o me desees más, alguna de las dos tiene que ser. Aquí puedo contigo pero no puedo sola. Se va y vuelve, vuelve y se va, pero no se pierde nunca. Y el perro… el perro iba a mi lado tan contento que me atormentó un turbio y extraño sentimiento de no quererlo más. Es tu culpa que no quiera más a mi perro y que también sienta que no puedo ya sin él.
Corrí y corrí y toda mi sangre corrió conmigo, toda tu sangre corrió conmigo, la sangre del perro corrió conmigo…
Mi presente se quedó sin tu mirada y antes, cuando la soledad era amable, no me daba cuenta.

sábado, 12 de mayo de 2012


No sé cuanto tiempo ha pasado, pues cuando se viven placeres tan intensos el tiempo desaparece como para poder medir. El riesgo de que mi corazón se destroce en algún momento es inevitable, por eso no veo en mí el fin ni las horas de esta noche. Muévete hacia mí. Aumenta la espera, la fuga, la vida. Despliega las alas que te quieren ave en por mi viento mientras yo abro la puerta con amor, donde cabe y entra el mundo entero.

jueves, 10 de mayo de 2012

Para todos


Les doy amor no solo porque son míos y soy suya desde el inicio de los tiempos
también porque me inspiran la fealdad y la belleza
Los amo porque son parte de este lodo en el que piso
y soy lodo que pueden pisar
Los amo porque son vida y muerte
los amo de verdad
Hoy, no solo porque extraño, no solo porque vibro, no solo porque escucho, les deseo
una radiación de sueños mortales
les deseo un infinito de gozo y de sufrimiento
les deseo mar y tierra firme
espero que todos tengan casa y ganas de ser vagabundos
Los necesito a todos, juntos y separados como los planetas y las galaxias
les deseo que se sientan animales que piensan y viven conmigo, en mi y más allá
les deseo que fumen y que se emborrachen
que puedan estar sobrios y limpios
y que sepan que la vida es amplia y corta
y útil, llena de energía y sorpresas
No deseo que les guste lo que digo, deseo que deseen sentir la tierra vibrar bajo su cuerpo, entre su cuerpo, sobre su cuerpo
Deseo que disfruten su corporalidad y los vacíos llenos de aire que significan más que eso
¿Puedo pedirles algo? ¿Puedo? No desaprovechen el tiempo, no desaprovechen a los amigos, que podemos ser todos, no desaprovechen a los enemigos, que podemos ser todos…
Si ven el vacío: estréllense en él, húndanse y háganse uno con él
Y si no lo ven aún, lo verán en el algún momento y ahí estaré yo, como han estado ustedes, a sus maneras, para agarrarme la carne y el alama y estabilizar mis miedos.
Les doy amor, no solo porque necesito, también porque quiero

martes, 8 de mayo de 2012

Desapariciones

La primavera en tus brazos
en los que florecí dando y recibiendo
-jugo dulce y amargo de nuestra carne-
Fui como un río desbocado
-húmedo y caliente-
Entraste, penetraste y te difundiste
-mis piernas me parecieron abismales-
Tengo la imagen aún grabada
como radiación vital en todo el cuerpo

Hoy bebo sola en la luz derramada de la noche
-me envuelve-
La estación aún es primavera
pero justo ahora yo soy invierno
-tiritando el calor ausente de tu cuerpo-
¿Seré contigo uno nuevamente en el tiempo, con el tiempo?

Julián

-Lo haces mucho mejor que Juan, te lo aseguro.
-¿De verdad? ¿Tu crees?
-No tengo la menor duda. Yo suelo formar una capa de duda y hostilidad siempre con los hombres que hacen eso pero contigo esa capa desapareció. Eres un artista.
-No tienes que halagarme, se que no sientes eso y no hay problema.
-Tampoco intentaré convencerte. Haz lo que quieras, pero... te digo, podrías hacerlo profesionalmente.
-¿Cómo dices que te llamas?
-Romina.
-Romina, tienes los ojos más bonitos y tenebrosos que he visto en mi vida, se ven llenos de lodo y mentiras. No sé si creerte.
-No tendrías por qué, te acabo de conocer...
-Y ha sido un placer.
-Adiós, Julián.

Romina se alejó y no se volvieron a ver. Ella regresó con Juan a su casa y tuvieron sexo olor a galleta tres veces esa noche. Julián no dejaba de pensar en ella y su corto encuentro. Esos ojos de espada que lo partieron en dos y en tres y en cuatro, lo multiplicaron y lo hicieron sentir más poderoso que nunca. A pesar de su falsa modestia e incredulidad supo esa noche su camino: lo iba a hacer profesionalmente e iba a triunfar. Lo vió todo. Si esos ojos habían dicho que era mejor que Juan era cierto.

Romina amaneció en una cama vacía sintiendose terrible del estómago. Fue a vomitar al baño y después tomó un alka-seltzer. Recordó la noche anterior y su encuentro con Julián, el tan hablado hombre al que todos rechazaban, al que no le veían una pizca de futuro ni de talento, al que nadie admiraba ni tomaban en cuenta. "Pobre hombre", pensó, "¿para qué le dije que sus galletas estaban ricas?".


Fabián

El mesero de nombre Fabián me dijo "señorita" con mucha dulzura.
-¿Todo bien, señorita?
-Todo bien, gracias.
Cuando el me dijo su nombre yo no dije el mío y el no preguntó, mejor así, me dije. Iba casi en pijama y mis ojos se veían pesados y turbios. Aún así le sonreí. Se alejó y seguí leyendo. Cuando leo hago muecas como si fuera todos los personajes en uno, no lo puedo evitar. Miré a mi al rededor para ver si alguien había visto la vergonzosa mueca que acababa de hacer, era como de asco y sorpresa. Nadie, mas que Fabián con una carjacada apretada en su boca. Bajé la mirada y me dió un golpe de calor por la pena. Se acercó de nuevo a preguntarme si estaba yo bien y no aguanté la risa. Reímos los dos, mucho, una risa que no tenía que ser explicada, una risa dulce, como todo él, una risa que limpió la lluvia que acababa de caer. Nunca más volví a ese café, el café era muy malo, pero recuerdo a Fabián como un perro recuerda al bombero que lo rescató.

martes, 10 de abril de 2012

La roca que soñaba con ser mujer.


Se acurrucó en su cama mientras temblaba. Tendió dos cobijas más, las que pone uno al borde de la cama por si a mitad de la oscuridad le agarra a uno el frío, y se hizo bola.  Le dolían los pechos de la forma en la que solo a las mujeres les pueden doler, como si hiciera un frío monumental y una falta de abrigo o de brassiere. Pero no hacía frío, eran a penas las 12:56 pm y el termómetro de la casa marcaba 27º. Pero le ardían, ¡se le incendiaban los pechos! Desde pequeña se sintió defectuosa pero en ese momento más que nunca. Las tetas saben cosas distintas a las demás partes del cuerpo. Agarró su almohada y se la juntó al torso para probar si así dispersaba esa terrible sensación. Todo igual. Se frotó las manos, se echó baho y las metió por entre su vestido de flores y se tocó. Ya no eran pechos, sino rocas. Quiso gritar de espanto pero su lengua le pesó demasiado, se la tocó y estaba rígida y sintió el peso de su cuerpo sobre el colchón: excesivo. Pasó sus manos por las cobijas que tenían una consistencia de hojas de eucalipto y las recorrió por todo su cuerpo, todo era tan duro y sospechoso que decidió hacerse un té y llamar al doctor, pero cuando intentó pararse no pudo y cuando intento abrir los ojos lo mismo. No veía nada más que la oscuridad grisácea que los párpados permiten. Intentó calmarse y recordar lo que había echo antes de toda esa desastrosa tarde. Lo descubrió y se sintió tranquila y entendió todo y siguió durmiendo.

domingo, 8 de abril de 2012

El caldo de ojos


Lo alejé, lo alejé, se alejó. No enojado, ni triste, ni amargo, solo solo y sin calcetines. Me mordí de inmediato las uñas. No arrepentida, ni asustada, ni dulce, me mordí parada en medio de la calle con un paragüas dorado. Se mudó de casa y dejó sus cosas, dejó sus ojos también. Dijo que no los necesitaba, que con sus oídos bastaba. No lo dijo por vergüenza, ni por desprecio, solo llegó el momento en el que se arrepintió y quiso volver por ellos. Pero yo ya me los había comido. No por hambre, ni por venganza, ni por tener otro par. Los comí porque no tenía coles para hacerme un caldo. El error, el único error, fue que nunca me pude encontrar yo misma, no por la oscuridad, ni por tanta agua, sino porque sus ojos ya no existen.

Ya no me veo en el espejo
  y me veo mejor
Más voces que nada
Y el si y el no
el sonido y el silencio
el humo y la claridad
¿por qué no se asustan?
No es lo mismo decir “me quedo” que “me quedo”.
   no es lo mismo
¿se entiende lo que digo?
Me asusta más a mí que a todos ustedes. 

lunes, 2 de abril de 2012

Tigo

Soñé contigo. Soñé con Tigo. Y Tigo me hacía cosquillas graves en la pared de la espalda. No sabía lo que hacía y lo agarré de la mano y nos reimos juntos, caminamos lejos, no sé bien a donde porque no llegamos a algún lugar. Nuestras patas se fueron deshaciendo y quedó solo nuestro torso y brazos pero con Tigo nada me importaba, mientras quedaran nuestras manos y nuestros ojos para acariciarnos y observar. A Tigo le salieron alas en las orejas y comenzó a aletear, a elevarse y no sentí un carajo más que mi cara de ajo. Volar se convirtió en su pasión y le solté la mano para que fuera al cielo, al norte, a volar hasta las estrellas y me quedé ahí, sin Tigo. Me metí en un lago gigante y comencé a nadar, pensé que era el infierno por el frío y las pirañas, pero conocí a alguien ahí, a alguien importante, un ser simpático de nombre Migo. Y al no poder nadar con Tigo me quedé en el lago con Migo hasta el final del sueño.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Miel parte dos.


Tal vez él no hubiera contestado nada, tal vez solo hubiera caminado tres pasos hacia el horizonte y dado vueltas en cículos hasta que ella reaccionara. Es trabajoso escribir sobre ellos, porque todo es en tercera persona del singular y eso nunca es fácil, eso nunca es seguro y no se sabe si la historia seguirá o nunca sucedió. Lo seguro es que él decidió vender sus días y semanas por estar con ella. Y ella renunció a sus sábanas de franela para acostarse en el suelo a su lado. Los dos necesitaban un lugar donde no fuera lo que es y donde solo importara el estoy. Ninguno sabía amar, pero amaron. Ninguno sabía hablar y callaron y escucharon las voces del viento, que eran las suyas. Ella se inquietaba cuando no lo tenía; él contaba los minutos para hacer posesión de su cuerpo, de ella entera, posesión de-los-dos-juntos. No estoy seguro de lo que sentían, pero lo puedo imaginar porque un día los vi juntos y otro separados. Juntos eran madera y fuego, juntos eran fogata ardiente. Separados solo la vi a ella, trasformada en un montoncito de cenizas. No hicieron nada porque no había nada que hacer más que no abandonarse por completo. Tal vez si la música hubiera estado más arriba o más abajo, o si las calles de cantera fueran más largas. Tal vez si varias cosas…estarían juntos.
Yo me abstengo a observalos y escucharlos, desde lejos, porque de cerca me quemo y es mucho calor para mi corazón.

Miel

Le hubiera dicho mil cosas, le hubiera dicho que le molestaba que lo siguieran las mujeres como garrapatas por la calle, que su abirgo era una talla más chica y no se le veía bien, le hubiera explicado el recorrido corto para llegar de su casa a la de ella y la ropa adecuada para ir a la playa. El le habría contestado con risas sarcásticas o con un rotundo "no me importa" y hubiera acabado la conversación con la dirección de la tienda con el aguacate más fresco y barato. Pero no dijeron nada. Juntaron sus labios como para taponear las palabras, porque los dos sabían que no eran necesarias, los dos sabían que tantas palabras eran la pura representación de no saber qué hacer con tanto querer.

Extraordinarias habilidades y triple caparazón

Tortuguitas con triple caparazón
y la muerte femenina
que corre en las venas
del mar
y del polvo
y de los edificios puntiagudos
Las tortuguitas tan alejadas
del corazón del misterio
Diario se aprende 
que las tortuguitas 
han sido ingeniosas
pero es 
monstruosa la poca madurez 
con la que mueren
Morimos
Diario morimos
¿Y alcanzará el agua para saciar la sed de todas?

lunes, 26 de marzo de 2012

Laboratorio

Crear y creer
aquí
en este
inmenso laboratorio
de dudas
y auténticas mareas de cosas invisibles.
Usted es libre de hacer lo que quiera
aquí
en este laboratorio
de burbujas y miradas
donde no hay sentidos ocultos
y no hay hombres grandes
porque todos somos sabios.
Nada dura en mi laboratorio
pero no hay razón especial
para que  no se puedan aprovechar
los cuerpos jóvenes y los viejos.
No hay premios
pero todo descubrimiento
transforma
y todo lo que se cree malo
es simplemente
vitalidad y sabiduría en potencia.
No necesita invitación
porque ya está aquí,
usted está aquí o tal vez no.
De cualquier manera...qué es lo que usted sabe...con seguridad.

Noche con día

Me gusta más cuando estás presente
porque en la mañana puedo mirar al cielo
y sentir el viento por debajo de mi pelo,
por mi cuello,
por debajo de mi falda.
Una señal del infinito de que aún te sigo amando
con el corazón inquieto.
Sé que no espero nada.
Pasas y te digo adiós
pero no te dejo morir en mi.
Mi ejército de mujeres
día con día
noche con día
noche con noche
te sigue nombrando.

domingo, 25 de marzo de 2012

Dibujos

Dibujo la rodilla de la mesa
garabatos abstractos con mi cuerpo
el pincel que es la lengua
el respaldo que es el ombligo
Dibujo y pinto el piso con mis pasos
quedan huellas invisibles
Cuando se unen se forman líneas
y caminos de hormiga
Creo colores con ambas nalgas
y relieves y montañas en el sillón
Dejo sombras en el mantel
y labios en la copa artesanal.
Quedan mis dibujos como marcas de territorio
por el mundo
por todos lados.

martes, 28 de febrero de 2012

Tengo pocas lunas
bajo mi pecho
Se han esfumado
todos los soles
Solo brillan mis ojos
que reflejan tres fogatas
                                          y el mar
Explosión de fuego azul
explosión de madera acuosa.

lunes, 27 de febrero de 2012

Neurosis

Qué horrible pasar el día picando un botón
un botón que simula un concepto
un concepto que simula un cuerpo
un cuerpo que simula un amor
un amor que simula una neurosis
una neurosis que simula picar un botón.

Cactus

Una gota de agua clara escurre desde la punta del vaso, como para procurar hacerme soltar mi sal y uno de esos negros, a los que llaman refrescos pero no refrescan ni a un cactus, compite al lado, como para procurar hacerme callar la sal. Yo me quedo estática, sin mirar ni a uno ni al otro pero a los dos a través de las tantas dimensiones en las que existo. Si tan solo fuera un cactus o algo más verde, no una moneda, tirada en el banco de monedas, esperando ser recogida y lanzada a la fundidora de metal. Mi cuerpo jala la sal que me queda en cantidades minúsculas por todo el cuerpo, la sube a los ojos y la nariz pero me espino con el cactus que llevo dentro y me reseco con eso negro y no sale la sal.

Te nombro rey

Si quieres me quito los ojos
y los cables
y las dudas sobre ti
Si quieres te ahogo
y luego te ayudo a salir
y te doy respiración boca a boca
Si quieres te nombro rey
y te hago una corona de arbustos
y te escucho a todas horas
Si quieres aprendo a tocar el arpa
y te despierto cuando me digas
o te dejo soñar toda la vida
Si quieres te hago sombra
y te aviento el balón
y juego fútbol
O si quieres me quito la piel
y me hago ausente
o me hago niebla

Si quieres estoy contigo.

La memoria de mi boca

En la memoria de mi boca
te escurres si no me tientas
tan terrible
tan lento
Mis labios cerrados
alimentan el silencio
habla la nada
habla el vacío
el aire se hace eterno
y es lo que no es
y viceversa
En mis ojos la luna tatuada
la luna y la nada
La memoria de mi boca
se abre y se cierra
una zona de gemidos interminables
de lamentos palpables
un infinito de temblores
tan terribles
tan lentos
pero algo hace que mi memoria
viaje fascinada

lunes, 20 de febrero de 2012

Lueguito.

Lueguito lueguito cuando no te tengo
-quiero decir los minutos después-
sucedes y decimos que golpeas.

Lueguito cuando la vida huele a polvo
-quiero decir a algo viejo y sin uso-
arrojamos en los cadáveres puñados de tierra
y decimos que cubrimos todo.

La sonrisa del mundo parece desgastada
y los sueños y rarezas se me pierden
lueguito lueguito cuando no te tengo.

Intermitentes.


Parece que estoy dormida.
Escalofríos intermitentes.
No me siento habituada a la vida.
No encuentro acomodo en el lodo.
Solo se que cuando los puntos son muy intensos
se plasman en nada y en todo.

Uñas

Dejo crecer mis uñas para rasguñarte
y cuando ya no estas
y no estoy
me las arranco de nuevo con los dientes
-hasta que duela-
porque cuando no estas
y no estoy
duele todo
mucho más que eso.

jueves, 16 de febrero de 2012

Chismes del mar.

El mar llegó enojado
pateando la arena
poniendo explosivos en las ballenas
babeando
girando
-Qué pasa-
le pregunté
Y se desahogó
que el tiburón
que la mantarraya
que el plancton y los corales
que los navíos y los buzos
-Me quedé callada-
que el horizonte
que las piedritas
que los camarones cada vez más blancos
pero más que nada
que la luna quedó embarazada.

miércoles, 8 de febrero de 2012


Entramos
a
la
nochesita
y enmedio de ella
la luna
me mira
y me dice:
Solo yo sé de tu amor. 

El que no pierde la razón, es que no tiene razón que perder.

¿Qué hago yo quejándome de la vida?
¿Qué hago acá?
¿Qué haces tan lejos?
Persigo tu sombra por aquí y por allá
sin medir el cansancio de mis frías piernas
azotándome contra las paredes de mármol.

Tengo diversas teorías sobre la locura
pero estoy segura de que tiene sentido
de que tienes sentido
No es una enfermedad
es una erupción de lava inconsciente.

"El que no pierde la razón, es que no tiene razón que perder." Nietzsche.

Emiliano

Esta noche, querido, recordé un día de mi infancia, te recordé a ti y llenaste mi cráneo con colores y alaridos inocentes. Te empujaba yo, lo recuerdo, te alejaba y tu no decías nada hiriente, así te recuerdo: siempre fiel a las conchas del mar, al sonido de las olas, a la arena que te aventaba en los ojos. Esta noche, querido, te abrazo desde acá, te agradezco sin importar distancias y sé que sabes, sé que sabes que era un juego.

martes, 7 de febrero de 2012

Preocupada por ti


Te veo y sonrío
pero me encuentro preocupada por ti
por eso sonrío
por eso me río

Tengo una propuesta
ven a vivir conmigo
aunque tu seas mujer
y yo animal

Te toco y lloras
me encuentro preocupada por ti
por tus desganas
por tus maullidos de animal atrapado

Tengo otra propuesta
vamos a caminar por el parque
aunque tu seas abuela
y yo coral

Te doy mi comida
mi nombre
o mis zapatos
y gritas de terror
me encuentro impaciente por ti
por tus manos rotas

Ven a vivir conmigo
aunque seamos la misma persona
y animal
y coral.

domingo, 5 de febrero de 2012

Luca y Delus

-Los dinosaurios sí existen, ¿cierto?
Le preguntó a su padre y él, sin saber qué responder se quedó callado.
-Cierto?
-No, se extinguieron hace miles y miles de años, Luca.
-Pero...
Se quedó reflexionando un rato, muy confundida.
-Pero yo vi uno hace rato...
-Seguro lo imaginaste...
Dijo él, al mismo tiempo que comenzaba a arreglar sus agujetas parándose de la mesa de la mesa y haciendo chirriar la silla.
-Ah, pero si lo imaginé, existe, o no?
-Luca, no empieces a hacerte la lista conmigo.
-¿Con quién me puedo hacer "la lista"?
-Con tus maestros.

-Los dinosaurios sí existen, cierto?
Le preguntó a su maestro de geografía, porque era la primera clase que tenía después del fin de semana.
-No, Luca, los dinosaurios existieron por millones de años, pero también hace millones de años se extinguieron, de seguro te han enseñado eso antes.
-Si, lo sé, pero yo vi uno el otro día...
-Tal vez viste un lagarto, esos son como una especie de dinosaurios en chiquito. Continuemos con la clase...
Luca no se quedó conforme con esa respuesta para tontos.
-Vi uno bien grande, no era chiquito, nada chiquito.
-Entonces, no sé, Luca. Lo soñaste. Continuemos con la clase ahora.
Ella volteó los ojos hacia arriba y sopló su flequillo como gesto de agotamiento y resignación.

-Los dinosaurios existen, cierto? Derrepente siento que me estoy volviendo loca, Delus, nadie me da una respuesta adecuada, y te lo juro que yo vi uno bien grandote, uno de esos que tienen las manos chiquitas y la cabeza grandota, estaba ahí en mi ventana y se quedó mirandome y me dió un poquito de miedo. Si existen, no Delus?
-Si.- Contestó Delus, su tortuga favorita.

sábado, 4 de febrero de 2012

Humus


El humo del principio corre entre todo el tabaco
entre toda la hierba seca
imagínenselo
imagínenselo en grande
Y el humo llega a la boca y sale
y vuelve a entrar de alguna mínima manera
por lo ojos
las orejas
la nariz
y se hace transparente
pero aún imaginable
El siguiente humo recorre menos planta
y llega duro
llega duro al pulmón
lo perfora
lo ennegrece
lo hace lento
da vueltas y sale y entra por la ropa
hasta los pechos
hasta el ombligo
el tóxico sudor
de las praderas de laboratorio
llega duro
llega al pulmón
lo picotea
lo colorea
lo hace lento.

lunes, 30 de enero de 2012

Te-me-nos.

Sentir tus manos en mi carne
pesadas y tibias como dos personas ahogadas
y no saber ni por qué respiro, ni si sí, ni si no
y tirarnos al abismo y a-ver-qué-pasa
Descubrir la electricidad de nuestro pelo en la piel
volar(te)
volar(me)
volar(nos)
Hacernos heridas
que solo duran días
y querernos más.

Que no sea yo


Que no acabe siendo yo la negación de este paisaje
de estas manos
de este aire con arena
No vaya a ser yo la que está derecha en vez de chueca
ni la que esté prendiendo los cigarros con encendedor en vez de cerillos,
Que no sea yo la que cierre los oídos
que no sea yo la que cierre la voz
la que cierre los ojos y no vea el ano del mundo.

lunes, 23 de enero de 2012

Estoy enamorada de

Estoy enamorada de los dientes de leche y las pompas de jabón.
De mi casa del árbol y de los dentríficos sabor cereza.
Me detengo cuando los pienso y sonrío y salto.
¡Las campamochas! ¡Los avioncitos de papel!
Las guitarras pequeñas de madera de caoba,
los colchoncillos que se usan para la humedad
y cuando graniza desmedidamente.
Estoy enamorada de las excursiones,
las aventuras con amigos.
De las combis de colores
de mis dibujos con puertas.
Me enamoré una vez de un muchacho
ahora estoy enamorada de su ausencia y su salud.
De las películas de Dysney,
de mi casa en la montaña,
de cruzar los puentes colgantes
y cabalgar sin silla.
Me enamoré de hogares ajenos,
ahora solo espero el mío.
Estoy enamorada de la noche,
estoy enamorada del diablo y el color rojo.
Las desgracias, la juventud.
Estoy enamorada del aire fresco,
de gastar todo mi dinero en paletas y helado.
¡Me chupo los labios con mi lengua colorada!
Estoy enamorada de jugar a la mamá sin hijos,
a la iglesia siendo atea,
a que tengo más "chichis",
a que nome ymporta la hortográfia niloz asentos.
De la rebeldía estudiantil
y los amantes fugaces.
Estoy enamorada de la gente agradecida
y de la malagradecida.
Estoy enamoradísima de los cigarros de chocolate
y los panditas,
de los manteles con florecitas bien pequeñas,
y de aventar bolas de papel con saliva por un popote.
Estoy enamorada de dar puñetazos en las panzas aguadas,
y de las cosquillitas suaves en la espalda.
De tener más de 20 y poder admirar a las catarinas
y dar marometas torpes,
de caer y reir y luego llorar.
De rascarme la pompi cuando nadie me ve.

Natural

Saliste huyendo, fue lo mejor. Así pudimos hablar con más soltura. Confesiones. Experiencias. Preocupaciones. Quejas. Lo mejor, lo mejor entre nosotras fue compartir las imágenes del camino y las cosquillas de la música. Reunidas por el gusto de bailar descalzas. "Eso es todo", decías. Yo repito "Eso es todo".
Y me digo: Lo natural fluye, no se forza.

Me pregunto

Me
pregunto
o me agarro a tí
o te llevo en mí
-irremediablemente-.
Las dos oportunidades a la vez,
juntas.
Las dos posibilidades juntas
y ninguna, juntas.

martes, 17 de enero de 2012

Estaba pensando en mi mamá y en lo sagrados que son los lugares donde nadie entra sin mi permiso,
de lo importante que es cambiar de camino cuando es necesario, de la poesía invisible del día a día.
Cada vez más voy descubriendo que me necesito.

viernes, 13 de enero de 2012

Aguacate fresco

Tanto café y cigarrillos junto con la nostalgia del fin de unas vacaciones inútiles la envolvieron, le dieron una oportunidad de escribir todo lo que no había escrito ese tiempo. Sentada en un café comercial que no merece ser nombrado, con música africana de fondo, no tuvo más remedio que pensar en las cosas no echas y en lo que aparecía en el fondo de la pintura de su vida. Su ordenador no funcionaba y las ideas estaban por escaparse, no llevaba su libreta donde anotaba ideas al azar y proyectos nunca realizados así que agarró las servilletas y las hojas de contra portada del libro que leía de-a-poquito cuando esperaba a alguien y comenzó a escribir.
Se le hizo imposible no escribir en tercera persona porque se sentía fuera de su cuerpo, como le gustaba y poco a poco se dejó de sentir pequeña y tomó la forma de una lechuza gigante observando a su alrededor dentro de ella misma. 360º. Al voltear la cabeza por octava vez se detuvo donde sabía que acabaría: en él. Una alarma de peligro salió disparada en esa imagen como un ratón siendo perseguido por un  águila. El peligro de no volverse a encontrar o un poco peor, encontrarse irreconocibles y sin esas ganas de juntar los labios. Su inestabilidad mental la barrió por un momento y se esparció como polvo por el suelo.
Al parecer todo era diferente esta vez. Si pudiera ponerle forma en una imagen a lo que sucedía entre ellos seguramente habría puesto siluetas oscuras abrazándose y si pudiera ponerle un olor, sería una mezcla de cigarros, alcohol y aguacate fresco. Las palabras pararon y se callaron los dedos y el papel, sacó el humo atorado con un suspiro que venía desde la punta de sus pies, le dieron cosquillas. Nadó entre lagunas mentales de olvidos, salió a la superficie por primera vez y recordó cobijas y sillones pegados en su cuerpo desnudo, se hundió de nuevo viendo en azul puros labios, labios puros de besos indecisos y jugueteos de "no-querer", salió y respiró aire fresco, mordidas, barbillas, manos, carne, piedra, mordidas, ojos. ¿Y si el no quería volver a subir la montaña con ella? ¿y si todo lo que había sucedido lo habían visto ambos con lentes puestos? ¿Y si los lentes eran oscuros y con aumento? Las probabilidades eran tantas que decidió dejarlas a un lado y mejor pensar en el sabor de su café que ya se encontraba frío porque era mucho, al fin y al cabo los cálculos no eran lo suyo y el romance y la cursilería habían quedado un poco atrás desde su última relación amorosa o eso pensaba.
Así andaba ella, atrayendo y rechazando como un movimiento mecánico en su cabeza, disfrutando y quejándose como si tuviera que tomar decisiones. "Tranquila" se decía a sí misma, "al fin y al cabo acabaremos encontrándonos y reiremos de nuevo".
Decidió terminar de pensar en él, ¡cómo si fuera tan fácil! La elección de estar juntos cuando se pudo y de convertir dos salivas en una sola y de dejar que las canciones le dieran ritmo a las caricias y los besos, con eso bastaba.

La inspiración que me da y de la que aún no soy consciente. Volví a mi cuerpo.